Aprender de los errores

La noche de ayer no fue un jarro de agua fría, no fue una noche de las desgracias como las vividas durante el curso de la anterior temporada, no fue nada de lo que nos podamos sentir tristes… Porque ayer, queramos o no queramos verlo, ganamos. Ganamos experiencia, ganamos tablas, ganamos garra (y ganas de pelearse) y confirmamos, como si se tratase de un “Here we go” de Fabrizio Romano, un rumor que lleva presente en el vestuario de los Zorros: TODAS son iguales.

La noche de ayer, pese a presentarse tentadora y llena de misterios y sorpresas, resultó ser una experiencia disfrazada de catástrofe que dejó con mal sabor de boca a los que se desplazaron hasta Sant Guim de Freixenet para jugar uno de los primeros amistosos de la temporada. En el túnel de vestuario, los jugadores se miraban a la cara y se decían “hoy triunfas, es tu noche”… Una lástima que no se materializase de la forma que nosotros pensábamos, zorros.

El partido empezó con una superioridad clara del juego, con nuestro capitán Eric demostrando que volvía con energías renovadas, jugando de cara a portería y con acciones más ofensivas de las que estamos acostumbrados, encerrando a su rival, la socia María (ahora ex socia) en su propia área. Pero justo en el mejor momento del 8 de los Zorros, apareció un rival con sudadera granate que borró la sonrisa a los presentes.

Pese a ello, el juego de los Zorros no cesó, y siguieron combinando hasta la media parte. Al ser un partido de pretemporada el cansancio se hizo notar al descanso, y tanto Gerard “gomito” y Eric “el socio” tuvieron que abandonar el campo por riesgo de lesión. Dejaron al equipo mermado, tanto en la zaga defensiva como en la línea de creación de juego, viendo cómo el rival era cada vez más superior y terminó metiendo el primer gol en contra de la noche, siendo notificado vía WhatsApp por una mentirosa.

Paralelamente, Marc “Andu” Andújar comenzó su preparación física en Vilanova i la Geltrú. Durante el calentamiento, ya se vieron destellos de lo que podría ser la noche del canterano, pero llegó a los oídos del capitán que el rival desapareció y volvió a los diez minutos con refuerzos, viendo así, en su propia cara, cómo metían el 2o gol en contra de la noche y él no podía hacer nada para evitarlo.

Todos sabemos que, los partidos de pretemporada sirven para aprender, y debemos estar orgullosos que los dos jugadores que ayer estuvieron destinados a sufrir, mostraron una clara indiferencia sobre el resultado final, y con una pregunta formulada que, esperemos que en los comentarios alguien pueda resolver. ¿Por qué todas son igual de guarras?

Hoy tocará desplazarse a la FM de Cabrera d’Anoia a resolver el último partido del fin de semana, donde sólo podremos encontrar a tres Zorros en el 11 titular, pero estamos seguros que darán una lección de fútbol.

Os informa, La Zorrería.

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